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Viena - Budapest - Bratislava

  • Carolina Amor
  • 26 feb 2018
  • 4 Min. de lectura

Hoy vengo a contarte cómo visité tres ciudades, en tres países distintos con muy poco dinero, y lo que también viene siendo “cómo hacer que valga la pena un viaje en autobús de más de 12 horas”. Siempre repetiré este consejo una y otra vez, y es que cuando te vas de erasmus, tienes que aprovechar y viajar lo máximo que puedas. Te ayudará a abrir la mente y a valerte por ti mismo. Está claro que desde algunos países viajar es más fácil y asequible que desde otros. Pero la voluntad es un factor muy decisivo a la hora de moverse. Ya sea en Bélgica, España o Pekín.


Ojalá pudiera deciros que vi en profundidad estas tres ciudades, que pasé varios días descubriendo todas sus calles, cafés, tiendas, parques, historia y anécdotas. Pero no es así. Fue un viaje exprés organizado, con poco tiempo y muchas cosas que ver. Sé que cada uno es diferente a la hora de viajar, pero en mi caso, si tengo poco tiempo y ganas de ver cosas, lo primero que hago es fijarme objetivos y organizarme.


Lo primero: ¿Cómo viajé?


Esto puede interesarte si tienes entre 18 y 35 años, y especialmente si eres erasmus. Hay una empresa que se llama am2pm y que hace viajes organizados alrededor de Europa. Están genial porque son SÚPER BARATOS, incluyen muchas cosas (que te contaré más adelante) y conoces a muchísima gente. No recuerdo cuánto me costó en su día, y el precio varía según la ciudad en donde cojas el autobús. Pero por poner un ejemplo, a día de hoy y desde Bruselas Zaventem costaría 169€ (unos 33€ por día) comidas a parte.


¿En qué consiste?


Son 5 días, pero hay que tener en cuenta que el primero y el último prácticamente se pierden en el autobús. El día 1 te recogen en la ciudad y vas al primer destino: VIENA. Llegas por la mañana y haces un tour por el centro de la ciudad. Después tienes 9 horas por delante para ver cosas por tu cuenta antes de que salga el autobús, que te dejará en Budapest por la noche. Haces el check-in en el hostel y ya lo tienes libre para poder ir a cenar. Al día siguiente, tienes incluido el desayuno en el hostel y un tour por toda la ciudad de 3 horas. Tiempo libre durante el resto del día y por la noche se organiza una fiesta en barco por el Danubio que acaba en discoteca. Si te dejas llevar, prácticamente dormirás unas pocas horas en el autobús la mañana siguiente de camino a Bratislava, donde también tendrás un tour y después tiempo libre hasta la noche, que pasarás dentro del bus de camino a casa haciendo un pacto con tu compi de asiento para marcarte un Bubba-Gump y no dormir con la cabeza en el – metafórico – barro.


¿Qué objetivos puedes ponerte?


Objetivos realistas y alcanzables. Si de verdad quieres ver cosas, no puedes verlo todo. Tienes que decidir. Si quieres ir más tranquilo, tienes que quitarte objetivos. Si quieres ver algo a fondo, habrá sitios a los que no podrás ir... te pongo los nuestros:


En VIENA:

  • El centro de la ciudad

  • El Parlamento

  • El Palacio

  • El Museo de Gustav Klimt

  • El Mercadito Navideño (que para entonces estaba montado)

  • Comer un Schnitzel (como un escalope empanado típico)

  • Comer tarta Sacher en el sitio oficial (que por cierto, no me gustó nada)

  • Y si sobraba tiempo, pasear por algún parque


Además de cumplir con todos los objetivos, nos fuimos encontrando otras joyitas como las casas de Mozart o Vivaldi, el museo de la paz o la Vienna International Press Center.

Algo que me encantó fue el muñequito de los semáforos tan pro-amor (cuando aun en España no teníamos los desdobles de género).


En BUDAPEST:


Como el tour ya nos enseñaba gran parte de la ciudad e íbamos a pasar mucho tiempo, nuestros objetivos eran otros:

  • Ir a los baños termales (hay muchos)

  • Comernos un helado con forma de flor (cada uno tiene los objetivos que tiene, ok)

  • Cenar como reinas (y encontramos un streetfood donde nos comimos una hamburguesa brutal por menos de 3 euros)

  • Ver el Parlamento de día y de noche (la iluminación es genial)

En BRATISLAVA:


La verdad es que tuvimos malísima suerte. Nos llovió todo el día y a excepción de un par de horas que dejó de caer, se hacía incómodo y bastante desapacible recorrer las calles con un paraguas, sin poder ver mucha cosa y caladas hasta los huesos. Por eso tengo pocas fotos de esta ciudad, a la que sin duda me gustaría volver en un futuro y cambiar mis recuerdos de ella.

  • Ver el centro (peatonal, suelo de piedras)

  • Hay vistas desde UFO Observation Deck

  • Ir a la Iglesia Azul o de “Santa Isabel”

  • No morir en el intento (aquí estoy, lo conseguimos)





Os dejo algunas imágenes en vídeo del viaje, pero no están todas. Puede que algún día haga un "inside baños termales" o que os enseñe la cara B de viajar en invierno por europa. Y con respecto a eso... igual os parece esto un consejo muy marronero, pero secarse los zapatos, calcetines y chaqueta en el secamanos de algún restaurante puede ser un factor decisivo entre la vida y la muerte.





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