"La ropa más sostenible es aquella que no te compras"
- Carolina Amor Montiel
- 6 abr 2018
- 3 Min. de lectura
Cada día, más personas son conscientes de las prácticas abusivas de las empresas y buscan marcas que no solo ofrezcan productos atractivos, sino sostenibles.

La sostenibilidad en una marca se debe trabajar a todos los niveles de producción, desde la elaboración de las materias primas para elaborar los productos hasta la distribución de éstos. Influye el material que se utilice, su capacidad de ser reciclado, los procesos a los que se sometan los materiales (lavados, tintados…), el diseño, el punto de venta, el packaging, y sobre todo, el factor humano en la producción. Se trata de un sistema muy complejo y más costoso que el tradicional. Por eso es más caro, y menos frecuente.
No obstante, los datos muestran que los consumidores cada vez son más conscientes de la importancia de la sostenibilidad en el consumo. Se ha notado un incremento en la venta de este tipo de productos con respecto a años anteriores, igual que en el número de búsquedas en internet de conceptos cada día más oídos como “slow fashion”, “comercio justo” o “moda, producción y consumo responsable”.
Trabas del consumo sostenible
La llegada del consumo sostenible a España chocó contra el muro de la crisis. Cuando la población no tiene dinero, no considera el pagar un poco más por un producto que ha sido producido de forma sostenible. Intentarán pagar lo menos posible, sin tener en cuenta que cuando una camiseta cuesta 5€ al consumidor final, difícilmente se está pagando lo que toca en algunos niveles de la cadena de producción. Por eso, los productos de comercio justo y los ecológicos tienen más público en otros países europeos como Suiza o Alemania.
La recuperación económica ha puesto en el ojo público la necesidad de consumir de forma más responsable, a raíz de denuncias de ONGs e imágenes que muestran la gran cantidad de plásticos vertidos en el océano y de la acumulación de ropa difícilmente degradable en los vertederos.

Fuente: Surfemme Magazine

Fuente: ASIRTEX (Asociación Ibérica de Reciclaje Textil)
Además, hemos ido construyendo una cultura de consumo del exceso. Deberíamos preguntarnos ¿Realmente necesitamos todo lo que nos compramos?
¿El Fin del Comercio Tradicional?
La verdad, estamos a años luz. Las grandes marcas tradicionales siguen siendo las que tienen más ventas. Hablo de aquellas a las que les han sacado escándalos por dar trabajo esclavo y no respetar los derechos humanos ni medioambientales en países del tercer mundo y en vías de desarrollo para poder vender en occidente una camiseta a 3€. O peor, aquellas que hacen lo mismo pero venden la camiseta a 120€.
Por otro lado, un estudio reveló la gran cantidad de marcas que teníamos en el mercado al demostrar que si retirasen el 70% de todas las que existen, prácticamente sería imperceptible para nosotros. No obstante, herramientas como internet nos dan la posibilidad de buscar nuevas marcas, productos sostenibles, innovadores, especiales, por los que valga la pena comprar ése, y nada más que ése.
Valorando el trabajo de las pequeñas marcas y concienciándonos de que solo tenemos que comprar lo necesario, no solo estamos reduciendo los beneficios de las empresas poco responsables, sino apostando por un mundo mejor.
Slow Fashion
Recientemente he empezado a valorar más lo que compro y lo que dejo de comprar. La primera pregunta que hay que hacerse es ¿Lo necesito de verdad? y luego analizar de dónde viene, cuál es la marca, intentar averiguar cómo ha sido fabricado, todo para ir un poco más allá que el consumidor pasivo que compra y punto.
Este post surge a raíz de una conversación con un real slow fashionist. Me estaba enseñando su jersey, que cualquiera diría que tiene 8 años cuando sigue brillando en un rojo intenso, mientras que los jerseys de zara de un año para otro pierden hasta la suavidad.
Me contó cómo hizo la transformación de su armario, cómo podría cambiarlo yo... (puede que algún día lo cuente por aquí). Pero sobre todo, me dijo una gran verdad: "La ropa más sostenible es aquella que no compras", pero creo que es importante añadir, que en caso de que vayas a comprarla, es mejor si se hace con conciencia.
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